Bien se sabe que la alimentación es un factor importante en la vida del ser humano, con impactos positivos y negativos. Sin embargo, son muchas las personas que poco saben que el origen de la inflamación muchas veces depende de la alimentación que incorporamos en nuestro día a día. 

Actualmente, estamos constantemente expuestos a factores que sin darnos cuenta nos producen una inflamación interna. El hecho de replantearnos muchas veces nuestra ingesta de comida, puede estar atravesado por distintos factores, tales como: el poco tiempo a cocinar, la falta de ganas y, principalmente, la desinformación nutricional. 

Sin embargo, es necesario que analicemos nuestra alimentación y hábitos para ir sumando de a poco la tarea de introducir cambios que nos lleven a tener una dieta antiinflamatoria, pero sobre todo una mejor calidad de vida y de salud, para evitar posibles enfermedades. 

Ahora bien, la Licenciada en Nutrición Carolina Di Lulio explica que en principio debemos conocer qué alimentos de los que consumimos cotidianamente son causantes de una inflamación. “En este caso algunas de ellas son las verduras de hojas, coles (brócoli, coliflor, repollo), las legumbres, bebidas gasificadas y el consumo excesivo de carbohidratos. También comer rápido y no tomarse el tiempo para masticar bien”. 

Seis factores externos

Luego, Di Lulio menciona que debemos tener en cuenta que existen algunos factores externos que también son parte de dicha distensión abdominal y parte de los cuales debemos evitar para tener una mejor dieta antiflamatoria:

• El consumo excesivo de sodio: el exceso de sodio puede llevarte a retener líquido.

• No consumir suficiente cantidad de fibra, ya que esta puede causar la famosa constipación. 

• Debemos evitar el consumo excesivo de carbohidratos.

• Otro de los factores externos más comunes y conocidos es el caso del ciclo premenstrual de la mujer.

• Abuso de bebidas con gas, ya que este eleva los niveles de glucosa en sangre. 

• Por un déficit a la hora de hacer actividad física.