Fernando y Ángela, fundadores de este emprendimiento de mermeladas, nos dan las instrucciones para preparar un buen desayuno, similar al que servirían en su local.
Hace cinco años, la familia de Fernando Ramallo se mudó de Quilmes a Tapalqué con el sueño de poder construir cabañas. No pudieron, pero, a pesar de las adversidades, se les ocurrió una idea: elaborar productos con un sabor único que los destaque a ellos y al pueblo. De esta manera, nació “Las Moradas de Tapalqué”, un emprendimiento que abarca todo tipo de sabores de mermeladas, hechas con una receta especial.
Cuando Noticias D se puso en contacto con Fernando y Ángela, les preguntamos cuál era la mejor manera de presentar un desayuno y poder disfrutarlo como si estuviésemos en el campo. Entonces, decidieron armar en diez pasos un desayuno campestre en donde podemos incluir sus mermeladas artesanales y comer rico, fresco, sano, casero, con amor y buena onda:
- Bien temprano tenemos que recolectar la materia prima fresca. Por ejemplo, si estamos de vacaciones en un campo o estancia, podemos pedir leche directamente del tambo y huevos recién sacados del gallinero. Ojo, a no volverse loco si no se puede, lo importante es la intención.
- Preparamos la masa del pan y la dejamos levar. En el caso de haber preparado masa para budines y tartas, la dejamos descansar en la heladera.
- Mientras que finaliza el proceso de la masa, lavamos, secamos y acomodamos la vajilla en la mesa.
- Metemos al horno la masa para el pan, mientras que las de budines y tartas se arman y pintan.
- Ponemos a hornear las bandejas con los budines y tartas.
- Preparamos en la hornalla el agua para las infusiones y calentamos la leche mientras nuestros alimentos van tomando forma.
- Colocamos mermelada “Las Moradas” en distintos recipientes y llevar a la mesa.
- Llevamos a la mesa los saquitos de té, el café y la leche para que cada uno prepare la infusión que desee.
- Exprimimos naranjas para hacer un jugo saludable y sacamos las fuentes del horno
- Servimos todo calentito en la mesa. Si tenemos alguna ventana cerca, es mejor abrirla para que entre la luz del sol. Ponemos música agradable y… ¡a desayunar!