Gastón Geddes, instructor y especialista en artes marciales, llegó a Tapalqué hace más de 25 años. Por él fue concebida la idea de un gimnasio donde poder mostrar el valor de estas disciplinas que, en sus palabras, “enseñan mucho más que golpes y patadas”. Ese proyecto nació hace más de un año, previo a la pandemia, junto a su compañero Damián Zingale, y se llama Iron Force Gym.

Primero, dicho espacio comenzó como un dojo de artes marciales. Con el tiempo, incorporaron sala de musculación, calistenia y alto rendimiento. El enfoque, sin embargo, sigue siendo el mismo: la disciplina.

En la trayectoria de este gimnasio se caracteriza su especial atención a las mujeres, a partir de la defensa personal. Geddes comprende que las situaciones de violencia de género está en crecimiento y, por eso, desde su espacio, generan herramientas para que todas aquellas que asistan se puedan defender.

Es sabido que la violencia hacia la mujer no se erradica a partir de la defensa personal, sino a través de políticas públicas, pero esta disciplina brindará, por lo menos, un poco más de seguridad a la hora de salir a la calle y enfrentarse con situaciones de robo y maltrato. Cada enseñanza y paso a seguir está enmarcado en las leyes vigentes y no las sobrepasa.

“Continuamente hacemos capacitaciones y vienen profesores de otros lados. Dos de ellos trabajan en la Policía Federal”, relata Geddes, quien destaca la presencia en los talleres de mujeres jóvenes que finalizaron su etapa escolar. Afirma que deciden tomar clases de Goshin Jitsu (defensa personal) porque se irán de Tapalqué a otras ciudades para estudiar y necesitan estar resguardadas. 

Gastón pertenece a la Liga X13, una federación de artes marciales y deportes de contacto. Llegó de Buenos Aires, allí se instruyó en artes marciales, especialmente en Kung Fu de estilo Wushu y Wing Chung. Además, es profesor de Tai Chi Chuan estilo Yang y está formado en Goshin Jitsu.

Al llegar al pueblo, Geddes se dio cuenta que no se enseñaban estas disciplinas. Al tiempo conoció Mario Álvarez, dueño de un gimnasio llamado La Palestra Gym, y en ese espacio comenzó con sus clases. “Estuve en varios gimnasios hasta que llegó el momento de abrirme y tomar esto como un trabajo a tiempo completo. Entonces comencé a capacitarme. Primero como personal trainer, viajé a Estados Unidos, de Krav maga, y con distintas capacitaciones cuando volví. Gracias a eso tengo mi propio lugar y profesores a cargo”, cuenta Gastón.

Hoy, el objetivo de los integrantes de Iron Force Gym es aprender, no solamente enseñar. “Uno aprende de los alumnos mismos. Es lindo poder volcar esta disciplina que enseña mucho más que golpes y patadas. Hay toda una historia milenaria atrás”, reflexiona este especialista en artes marciales oriundo de Buenos Aires que cumplió su sueño en Tapalqué.