5 recomendaciones para la alimentación saludable en otoño

«Caliente sí, calórico no», definió la licenciada en nutrición Carla Billordo. Leé más.

Vino el otoño y con el cambio de estación, también cambiaron los hábitos alimenticios. Con el frio se tiende a consumir alimentos con mas calorías, a diferencia de la época veraniega.

En esta línea, Noticias d consultó a la licenciada Carla Billordo sobre las principales recomendaciones para alimentarse de manera correcta durante las épocas de frío.

—¿Qué alimentos recomendás para este cambio de estación?

—Los hábitos alimentarios cambian con cada estación del año, al igual que la oferta de alimentos que nos ofrece. Es clave elegir las frutas y verduras de estación. En otoño e invierno conviene privilegiar bananas, mandarinas, manzanas, naranjas, pomelos, paltas, así como acelga, apio, brócoli, remolacha, zanahoria, zapallos y calabazas.
Se pueden comer de dos a tres unidades de fruta por día; las legumbres, las pastas y el arroz, no más de dos o tres veces por semana y mejor si son integrales.
En estos meses se incrementa el consumo de platos de cuchara. Y en ellos es ideal la presencia de legumbres (garbanzos, lentejas, judías, porotos), al menos dos o tres veces por semana. Por  su contenido en fibra, hierro, vitaminas y proteínas, además se puede agregar carnes que sean magras.

—Entre los modos de preparación aconsejados, las verduras y legumbres en sopa, sin crema ni caldos artificiales y con una pequeña cantidad de aceite de oliva o de maíz, la cocción al vapor o al horno, las tartas de verduras de una sola tapa, las frutas asadas o en compota.
No hay que descuidar en esta época del año el consumo de agua, ya que es fundamental para eliminar toxinas y mantenernos hidratados

—Ahora que empiezan las bajas temperaturas, ¿cuáles serían las claves para no aumentar mucho de peso?

—Caliente sí, calórico no. Que durante los días fríos debemos ingerir mayor cantidad de calorías para mantener el calor corporal es un mito. Para ello, basta con que las preparaciones sean calientes. El cuerpo se termoregula inteligentemente: en otoño y más aun en invierno, preferimos estar en espacios cerrados y que presentan más oportunidades para comer extra.
Además, la falta de exposición solar baja nuestros niveles de producción de serotonina, un neurotransmisor que está asociado al bienestar. Muchas veces llenamos esos vacíos con comida, por eso es importante continuar con la actividad física diaria, en lo posible, algo que nos guste y nos recree en esta época del año. El ejercicio nos saca de foco a la comida y contribuye a descargar la ansiedad acumulada por las responsabilidades diarias.

—¿Es mas difícil conservar el peso en esta época del año o es un mito que reproducimos?

—Mantener una alimentación saludable no significa necesariamente privarse de comer cosas ricas o hacer dieta. Se trata de cuidar la inclusión diaria en las comidas de alimentos de los cinco grupos:

1. Hortalizas, frutas y semillas.

2. Cereales, legumbres y derivados.

3. Lácteos y derivados.

4. Carnes, pescado y huevo.

5. Aceites, grasas y azúcares.

—No usemos el otoño o invierno como excusa, aprovechemos para disfrutarlo al máximo sin dejar de cuidarnos e incorporando, en su medida justa, todo lo que nos gusta y nos hace bien.
Lo principal es mantener la alimentación saludable, aprovechando sobre todo los alimentos de estación

—¿El consumo de harinas aumenta con el frío o es algo que hacemos por costumbre?

—Chocolates, meriendas abundantes, golosinas, locro, quiso de lentejas. Todo eso -y más- «pide» el cuerpo ni bien la temperatura baja unos grados. Todas comidas que se caracterizan por tener un alto contenido de grasas y azúcares.
Se cree que el deseo hacia alimentos calóricos se debe a un comportamiento propio de la memoria genética, de épocas antiguas, donde era necesario mantener el calor propio del cuerpo a través de la comida.

Contenido provisto por: Fernando Solis Rinas
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