El «Tanque» Giménez, de goleador e ídolo a celador en una escuela

El ex goleador tombino espera una oportunidad para trabajar en el club que lo tuvo como héroe del primer ascenso a primera división.

El «Tanque» Daniel Giménez es de esos jugadores que el hincha tombino no olvida. No es para menos. Formó parte de algunos de los planteles más exitosos y también hizo algunos de los goles más memorables.

Sin embargo, los goles que más se recuerdan del Tanque fueron aquellos que convirtió contra Nueva Chicago, que le sirvieron al Tomba para lograr su primer ascenso a la máxima división argentina.

Hoy, lejos de las canchas, aunque con el deseo de volver a pisarlas, el Tanque pasa el tiempo entre su familia y su trabajo como celador en la escuela Héroes de Malvinas, en el departamento de Las Heras. “Dejé de jugar en el 2015. Me quedé en Mendoza cerca de mis hijos”, explicó el ex goleador tombino.

“Estoy bien y tranquilo, esperando volver al fútbol que es lo que me gusta”, señaló.

La historia del tanque Giménez

El tanque Giménez nació en Buenos Aires en 1977. 18 años después, debutó en San Miguel y tuvo un paso por Defensores de Belgrano e Independiente Rivadavia, antes de llegar a Godoy Cruz.

Sin embargo, su primera estadía en el club duró poco y pasó a Atlético Rafaela, luego recayó en el fútbol boliviano y tuvo un regreso triunfal al Tomba en el 2004.

Estuvo hasta el 2006 e hizo 37 goles. Los dos más importantes fueron contra Nueva Chicago y los gritaron él, sus compañeros y los hinchas con toda el alma. Representaron el ascenso a la Primera División argentina. “Todos los hinchas me lo agradecen”, explicó Giménez hace unos días.

Con Godoy Cruz en primera, el Tanque siguió girando por Instituto de Córdoba, el Cobreloa chileno y varios clubes argentinos pero volvió a Mendoza una y otra vez para jugarse en otros equipos y estar cerca de sus hijos. Hasta que en el 2015 se retiró.

“Estoy bien y tranquilo, esperando volver al fútbol que es lo que me gusta”, dijo Giménez, quien ha hablado con gente de Godoy Cruz para trabajar en el club, aunque todavía no se ha dado.

“Espero que llegue ese momento para volver al club y a mi casa”, dijo, ilusionado. Ojalá que el regreso sea pronto y con la misma gloria con la que se fue.

Contenido provisto por: Daniel Calivares