Agustina Tirapu está en casa: «Ha demostrado unas ganas de querer salir adelante infernal, me ha enseñado mucho»

Tras 45 días internada en el hospital Humberto Notti, la pequeña hincha del Deportivo Maipú fue dada de alta y su padre reflexiona sobre todo lo vivido.

Agustina Tirapu es una famosa hincha del Deportivo Maipú. Hace un tiempo, se supo que el estado de salud de la niña de 7 años era complejo.

Todo comenzó con su «debut» diabético, pero con el correr de las horas su estado fue empeorando. Agustina presentó diversas patologías de alta complejidad, entre ellas Covid-19, un derrame cerebral, trombosis y obstrucción pulmonar.

Hoy la niña está en su casa y con un panorama mucho más positivo. Su padre, Walter Tirapu, reflexionó sobre todo lo vivido, lo aprendido en el camino y la felicidad de ya tenerla en su hogar nuevamente.

«Fueron 45 días que se volvieron un infierno. Salvo los últimos días, fue tremendo. No sabíamos si salía o no salía. La noche de ese primer lunes pensábamos que no la pasaba», recordó.

¿Cómo fueron los primeros días?

-La noche del lunes y del martes estuvo muy mal, hasta pensaron en dejarnos entrar a verla por una cuestión humanitaria. En sala común vienen los médicos de terapia a ver lo bien que está y hasta a ella le causa gracia. Cuando salimos de terapia salieron todas las enfermeras de terapia a despedirla al pasillo después de 36 días ahí. Fue un momento muy emocionante, me lloré todo. Y nos pidieron que cuando nos fuéramos de alta les tocáramos el timbre de terapia para despedirnos.

-¿Qué te deja como papá todo lo vivido?

-Estando en el hospital le dio un derrame cerebral, una obstrucción pulmonar, una trombosis. Hemos pasado tantas cosas… Agustina ha demostrado unas ganas de querer salir adelante infernal, ha puesto todo. Me ha enseñado mucho; soy un tipo de poca fe y de poca voluntad y ella la verdad que me ha pintado la cara.

Nos preguntábamos cómo va ser ella después de esto, si la iba a traumar. Y la verdad que no, todo lo contario. Agustina es despierta, es bicha, y no lo digo porque sea mi hija. Y después de esto ¿Quién la para? digo yo. ¿Quién le puede hacer creer a ella que algo no puede lograrlo si ha superado todo esto?

-Sus ganas de vivir y de superarse son infinitas...

Para Agustina es un gran aprendizaje, se acuerda un montón de cosas, pregunta cosas que le han pasado en terapia, y nada la ha traumado. Ella tiene asimilado que su vida va a ser así, que ella es y va a ser diabética. Es así. Ahora pincha un pedacito de milanesa con un tenedor de plástico con un esfuerzo infernal, pero lo está haciendo, sabe que lo tiene que hacer. 

Contenido provisto por: Lorena Sidoti