Expertos explican que es posible el transporte sin costo en CDMX

El planteamiento de brindar beneficios a pasajeros de bajos y medianos ingresos es una medida importante, considerando que estos sectores destinan aproximadamente el 20% de sus ingresos en traslados.

La propuesta de aplicar la gratuidad universal en el servicio de pasajeros de la Ciudad de México surge de investigadores en movilidad, respaldada por un estudio de la organización CoRe Ciudades Vivibles y Amables. Este análisis busca mitigar la carga financiera en pasajeros con bajos ingresos.

Según el estudio, poco más de la mitad de los hogares capitalinos tienen ingresos medios y bajos, y destinan alrededor del 20 por ciento de sus ingresos al transporte. Este porcentaje aumenta significativamente para aquellos que residen en las zonas periféricas de la ciudad.

Víctor Alvarado e Itzel Hernández, autores del estudio, señalan que la transición hacia la gratuidad total requiere de una planificación que permita asegurar la sostenibilidad financiera.

Transporte sin costo CDMX

El costo trimestral de la gratuidad en servicios como el Metro, Metrobús, Servicio de Transportes Eléctricos (STE) y la Red de Transportes de Pasajeros (RTP) se estima en dos mil 357 millones de pesos. Ante esto, los investigadores proponen que el financiamiento provenga del gobierno local, entidades privadas u otras fuentes disponibles.

Según el documento, los fondos para el transporte público de pasajeros provienen principalmente de aportaciones gubernamentales e ingresos por tarifas. Además, una parte significativa se deriva de los servicios concesionados, como vagonetas, micro buses y camiones, que obtienen ingresos del cobro por el traslado de pasajeros.

El sistema público de transporte ya implementa un esquema parcial de gratuidad para ciertos grupos como niños menores de cinco años, adultos mayores y personas con discapacidad. Sin embargo, este beneficio se concentra principalmente en la zona central de la ciudad, donde predominan los servicios estructurados y de gran capacidad.

En contraste, en las áreas periféricas, donde operan vehículos como vagonetas, microbuses y autobuses bajo el esquema de «hombre-camión», la gratuidad no se aplica de la misma manera. Esto se debe a la falta de un sistema para medir la gratuidad en vehículos obsoletos tanto en términos operativos como financieros.

Desafíos

Los investigadores destacan que uno de los desafíos para implementar este modelo de gratuidad es asegurar la sostenibilidad operativa del sistema. Esto implica invertir en infraestructura, así como gestionar eficientemente los recursos y servicios para garantizar la capacidad del sistema de transporte para su modernización adecuada.

Además de los desafíos mencionados, los investigadores también señalaron la importancia de abordar la cobertura y la calidad del servicio para garantizar que el modelo de gratuidad no comprometa estos aspectos cruciales. Asimismo, otro desafío importante es ofrecer equidad y accesibilidad sin generar desequilibrios o favorecer des proporcionadamente a ciertos grupos de la población.

Además, es crucial considerar el impacto en la demanda y los efectos secundarios que la gratuidad puede tener. Por ejemplo, se debe analizar cómo esta medida podría influir en los patrones de uso del transporte, como el aumento de viajes cortos que antes se realizaban a pie, o el desarrollo no deseado de áreas suburbanas. Estos aspectos deben ser cuidadosamente evaluados para asegurar que la implementación de la gratuidad en el transporte público sea efectiva y beneficiosa para toda la comunidad.

Fecha de Publicación: 25 abril, 2024