Cuando pensamos en desarrollo nos inspira hacerlo en función a la región. Nos merecemos ser el motor productivo de la provincia. Tenemos las condiciones. Avellaneda trabaja cada día para sortear los obstáculos de las personas que quieren trabajar.

Nos motiva generar políticas que motiven a las personas a emprender y desarrollar sus ideas en un modelo de negocio. Con esto, obtenemos como resultado la incorporación de mano de obra al sistema productivo. Como estado, trabajamos para generar los escenarios para que las personas prosperen. En esta línea diseñamos la Incubadora de Empresas dentro del Centro de Servicios para Emprendedores.

Según el GPS de empresas (Ministerio de Producción 2018), manifestó que ocho de cada diez emprendimientos no alcanza los dos años de vida. El papel de la incubadora, no es menor. Tiene un fuerte propósito de que se entrenen, conozcan las vicisitudes del negocio y luego obtengan su independencia sin que se vean obligados a rendirse o empezar de nuevo.

Así, con políticas públicas planificamos y avanzamos en Avellaneda. “Regala un pescado a un hombre y le darás alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su vida“, es un proverbio chino.