El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, y el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, firmaron un convenio tripartito de cooperación científica y educativa para el desarrollo alimentario, que aportará tecnología para mejorar la nutrición de las niñas y niños que asisten a los comedores locales de la provincia norteña.

“Se trata de un aporte de la ciencia y tecnología para que todos los chicos puedan aprender todo aquello que el sistema educativo promete enseñarle”, señaló Filmus anoche tras la firma del convenio, y remarcó que “el tema de la nutrición es central, un chico que no come y no recibe la dieta necesaria, es un chico que no está en condiciones de prestar atención y tener regularidad en la escolaridad».

También se rubricaron dos convenios más que involucran al Ministerio de Educación, al Conicet, a la Municipalidad de Aguilares, a ATSA y al Instituto Nacional de Educación Tecnológica (INET).

«La provincia y los ministerios de Ciencia y Educación se comprometieron a articular acciones para el desarrollo de programas de investigación y extensión que contribuyan a la mejora en los valores nutricionales y los costos de los alimentos que se distribuyen en comedores escolares de Tucumán. Esto se logrará a través de la incorporación de ingredientes de alto valor nutricional obtenidos a partir de productos agrícolas locales, constituyendo un aporte científico, tecnológico y social al Plan Argentina contra el Hambre, especificó un comunicado de prensa.

En este sentido, Filmus manifestó que “vamos a hacer un esfuerzo enorme para que el NOA, y en especial Tucumán tenga los recursos necesarios para desarrollar oportunidades científicas y tecnológicas de trabajo, y de esta forma agregar valor a la producción que tiene la provincia».

Además, aseveró: “Tenemos dos años para federalizar y apoyar la ciencia y la tecnología y el poder llegar a más de 300.000 chicos en Tucumán que van a la escuela es un ejemplo de lo que vamos a hacer en los años que se vienen”.

Por su parte, Jaldo se refirió al convenio de cooperación científica y educativa para el desarrollo alimentario y destacó “tiene que ver con la niñez tucumana y la escolaridad, el gran desafío que tenemos después de esta pandemia es que los chicos vuelvan a la escuela, y puedan aprender, y para eso es necesario que tengan una buena alimentación, una buena nutrición”.

En tanto, Ana María Franchi, directora del Conicet, indicó que este convenio permite concretar “trabajos que vienen realizando investigadores del organismo desde hace dos años, basado en alimentos que mejoren la salud de los niños”, que significan “un adelanto científico y tecnológico”.

Así, «este proyecto enmarcado en ‘Ciencia y Tecnología contra el Hambre’ busca contribuir a que los niños y las niñas estén mejor alimentados durante su desarrollo temprano”, agregó.

El ministro de Educación provincial, Juan Pablo Lichtmajer, afirmó que “se trata de un trabajo de todos juntos para luchar contra el hambre, desarrollando tecnología y ciencia aplicada a mejorar la vida de las personas”.

En tanto firmó un comodato mediante el cual el Ministerio le transfiere al Conicet el equipamiento para una planta productora de harina, con el objeto de desarrollar las actividades de producción y elaboración de alimentos con alto valor nutricional.

«En una primera instancia se producirán ingredientes alimentarios a base de harina de soja procesada para consumo humano, pero también se piensa utilizar otros productos regionales como la quínoa, la algarroba, entre otros», precisó el Conicet en un comunicado de prensa.

Fuente: Télam