Ladislao Perduk tiene 65 años, llegó a la intendencia de la ciudad chaqueña de Tres Isletas en 2015 y fue reelecto en 2019. Su segunda gestión transita la pandemia y enfrenta las problemáticas que conlleva la misma, con las dificultades del caso para la concreción de obras y proyectos.

Perduk es radical, pero tiene una premisa de gestión no partidaria: «Un intendente no tiene que mirar el color político; yo estoy para todos«, aseguró en diálogo con Noticias d.

Gestión en la pandemia

Tres Isletas sumó 595 casos positivos de Covid-19 desde que se inició la pandemia, con unos 15 casos activos entre 16 mil habitantes. Representan el 1,2 por ciento de los contagios que hubo en el Chaco, mientras que la población del municipio representa el 1,5% de la población chaqueña. Es decir, tiene una baja tasa de contagios.

«La verdad que con la epidemia estamos, en comparación de otros pueblos, bien«, apuntó el intendente y agregó: «Hay que controlar el tema de los comercios que no atiendan a los que no tienen barbijos y estamos controlando todo lo mejor posible. También estamos controlando las fiestas clandestinas, que ahí es donde se enferman los chicos. Es grave, pero no estamos tan mal».

El jefe municipal informó que las áreas de salud, seguridad y municipio trabajan en conjunto. «Teníamos 150 personas afectadas a los controles porque teníamos que cerrar la mayoría de los accesos. Dejamos únicamente 2 accesos, controlados las 24 horas, y por eso creo que estamos bien, pero es un trabajo inmenso«, aseguró.

Dificultades para continuar obras, sin coparticipación

Con respecto a la continuidad de la obra pública, el intendente explicó que «hacemos lo que podemos porque lo único que tenemos es la coparticipación«, la cual se vio afectada desde el inicio de la pandemia.

En ese sentido, detalló: «Pusimos ripio en más del 80% de las calles, se instalaron juegos infantiles en el predio del merendero de La Matanza y seguimos con la entrega de mercadería a los merenderos«.

Trabas burocráticas y sequía

Perduk destacó que desde el municipio tienen en carpeta dos obras muy importantes, una de las cuales se encuentra muy dilatada por cuestiones burocráticas. «Una es el Parque Industrial, que está casi en marcha y tenemos un galpón«.

La otra obra es el frigorífico, que se vio demorada porque la gestión anterior había comprado un predio embargado y ni Provincia ni Nación te van a dar dinero si no tenés el predio a nombre del municipio. Nos costó tres años de esfuerzo conseguir el título. Ahora, solo nos falta la estructura y estamos preocupados porque SENASA nos dio hasta fin de año; si no, nos cierran el matadero. Lo que faltan son los fondos y necesitamos que los mismos lleguen desde Nación o Provincia, pero vamos a seguir avanzando todo lo que se pueda«, explicó.

Tres Isletas debió lidiar también con una sequía que dejó sin agua hasta la represa. «Teníamos dos o tres regadores para llevar agua al campo y hay lugares que nos quedaban a 50 o 60 km. Casi las 24 horas teníamos que hacer los trabajos en las zonas rurales. Por suerte, llegó llovió y por lo menos en el campo ya no nos piden agua para los animales».

La tarea del Intendente

«Layo» comentó que la tarea de la gestión ejecutiva es compleja y demanda mucha energía y tiempo. «No se la aconsejo a nadie. Todos los días uno tiene que recorrer, andar, te piden cosas y la verdad que son las 24 horas y no tenés descanso, pero uno está metido en esto y tiene que aguantar«, afirmó.

Por otro lado, Perduk comentó que en su primer mandato tuvo muchos conflictos con el Concejo Deliberante y con su propia gente. «Los primeros 4 años fueron terroríficos porque tenía el Concejo en contra. Tenía problemas con mi gente, con mi partido. Tuve que echar a mucho personal del Gabinete, al Secretario de Gobierno. Estoy para hacer cosas en el pueblo y no trabajar para uno. Ahora, tenemos un grupo de personas que nos acompaña y estamos trabajando bien, sin problemas«, resumió.

Por último, «Layo» Perduk comentó que sus hijos y nietos lo acompañan en esta aventura. «Me están dando una mano», dijo y agradeció el compromiso de su esposa, que realiza tareas en el área de Desarrollo Social del municipio.