Oscar Morales se desempeña en la educación secundaria y terciaria del Instituto San Martín como docente y además coordinando y gestionando no solo al personal docente sino también a toda el área tecnológica de la cual depende la institución. Entre ellas los recursos tecnológicos e informáticos que dan respuestas a las distintas demandas de profesores y alumnos.

Con la necesidad de conocer como es desempeñarse en esta área tan fundamental para la formación de los futuros docentes y más aún en relación a la aplicación de nuevas tecnologías, conversamos con él y te contamos todos los detalles.

–¿Por qué elegiste ser docente? ¿Qué te motivó a elegir este camino?

-El motivo principal es porque crecí en una familia de docentes, primero mi padre y luego mis hermanas mayores se dedicaron a la docencia, y eso creo, fue el puntapié inicial para elegir esta profesión. Con el agregado que en mi área de la informática, considero que es fascinante conocer y aplicar como nos tenemos que adaptar a las nuevas tecnologías y las tendencias. Me encanta investigar todo ello para luego enseñar a los alumnos.

–¿Cuál fue tu recorrido en el estudio?

-Mi secundaria lo realice en la Escuela Técnica de Goya, donde terminé con el título de Técnico Electromecánico Nacional. Luego fui a Resistencia a estudiar a la Facultad UTN en la Carrera Ingeniería en Sistema, y fue allí donde encontré las primeras herramientas en informática y luego con cursos de especialización en redes, reparación de impresoras, técnico fiscal de controladores homologados, seguridad informática, y otros más. La realidad es que tengo que seguir estudiando y realizando cursos para poder estar a la altura de la inteligencia Artificial que estamos viviendo y así poder enseñar.

–¿Cuál es tu vínculo con las Instituciones?

-Soy actualmente Coordinador de la Carrera de Profesorado de Informática en el nivel terciario y a las demás instituciones le brindamos capacitación en software educativo a nivel provincial. Actualmente incorporé la modalidad dúo en tiempo real, es decir clases presenciales y virtuales en simultáneo, esto significó gran inversión en equipamiento y diseño de estructuras de redes.

–¿Cuáles fueron las peores dificultades que tuviste que atravesar?

-Yo no llamaría dificultades, tengo un dicho que es si trabajo en mis debilidades para luego poder convertirlo en fortaleza. Esto sería para mí un desafío que lo enfrente en pandemia, cuando tuve que coordinar a toda la institución en los diferentes niveles (inicial, primario, secundario, terciario), administración del “Site” educativo y la página web, donde teníamos que capacitar a los docentes y ayudar a los alumnos a que se realicen las clases normales pero en la modalidad Virtual, que nos dio varios “dolores de cabeza”. Pero lo bueno que se logró y se cumplió con el ciclo educativo.

-¿Cómo eran tus profesores cuando eras estudiante? ¿Qué cambios ves actualmente con respecto a tu época?

-Por mi edad vengo de una enseñanza estructurada, que en la actualidad ya no se aplica, los cambios provienen de que hoy la educación es más horizontal, más dinámica.

–¿Cuál es el trato que tenés con tus alumnos? ¿Tuviste alumnos favoritos?

-Al afrontar mi trato con los alumnos, mi lema siempre es el “respeto mutuo”, de esta manera se logran otras enseñanzas no sólo en el aspecto de lo temático.

–¿Qué es lo más complicado y lo más gratificante de tu profesión?

-En la actualidad la pandemia es lo complicado, y lo gratificante es cuando lo veo a algún alumno por la calle recibido y a profesionales que me siguen diciendo «Profe». Esto es gracioso pero a mi médico de cabecera ahora la ves que voy a su consultorio me dice “¿cómo va Profe?” eso es lo lindo de esta profesión.

-¿Cuál dirías que es una de tus virtudes más destacadas?

-Considero que no soy yo el que tengo que decirlo, yo sólo trato de aportar mi granito de arena en cada chico que tengo enfrente.

–¿Tenés una anécdota que recordas siempre?

-¡Uuuf, un montón! pero me encanta ver a los alumnos ya recibidos dando charlas para mí, eso es muy gratificante.