Tras una postergación de más de un año, comienza este martes el juicio de la «Noche del Mimeógrafo»

Estarán sentados en el banquillo dos exintegrantes del grupo de tareas de la Policía Federal, acusados de haber secuestrado y torturado a estudiantes secundarios y jóvenes militantes que difundían volantes en contra de la dictadura cívico-militar de 1976.

Los expolicías retirados Luis Oscar Varela, alias «el Cordobés», y Jorge Alberto Rodríguez, alias «el «Manchado», serán juzgados por privación ilegítima de la libertad y por imposición de tormentos en tres jornadas por el Tribunal que integran María Emilce Rojas, José María Escobar Cello y Mario Jorge Gambacorta.

«Cuando me toque declarar en el juicio voy a hacer una introducción, a modo de reconstrucción, de la militancia política que teníamos con mis compañeros», señaló César Román, uno de los estudiantes secuestrados que dará su testimonio en este proceso oral y público.

En la jornada del 19 de julio de 1976, Román fue secuestrado junto a sus compañeros de la Escuela Normal de Concepción del Uruguay, que eran militantes de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), Roque Edmundo Minatta y Juan Carlos Rodríguez.

A la vez, Juan Carlos Romero, Carlos Zenit, José Pedro Peluffo, que pertenecían al centro de estudiantes de la UES en el Colegio Nacional Justo José de Urquiza, y Víctor Baldunciel, que había egresado recientemente de esa institución, también fueron detenidos ilegalmente.

Todos ellos tenían entre 17 y 19 años en aquel momento. Fueron llevados al centro clandestino de detención que funcionó en la Delegación de la Policía Federal de Concepción del Uruguay. Allí fueron torturados durante dos semanas.

Al mismo tiempo, los integrantes de la juventud de políticas Darío Morend, que era referente de la Juventud Peronista (JP), Horacio Valente, simpatizante del Partido Auténtico, y Carlos Martínez Paiva, militante de izquierda, fueron torturados en el mismo lugar junto al maestro Mario Maffei, que compartía reuniones con el grupo.

Los hechos sucedidos fueron conocidos como «La Noche del Mimeógrafo» porque todos los detenidos fueron torturados para saber la ubicación del artefacto que se había utilizado para imprimir los volantes que denunciaban a la dictadura de Jorge Rafael Videla.

Fuente: Télam