Debutó en el Boca de las camisetas pintadas con fibrón y se convirtió en ídolo del Tomba: la historia de Javier Franco

El volante disfruta hoy de su presente, siendo empresario en Godoy Cruz.

Javier Franco está en la historia grande de Godoy Cruz Antonio Tomba, ya que fue integrante del plantel que logró el histórico ascenso al Nacional B en 1994, pero también tiene una historia inolvidable.

Es oriundo de Hugues, del sur de Santa Fe -también pueblo natal de Nacho Scocco- y desde que era muy chico se fue a Buenos Aires para jugar, nada menos, que en las inferiores de Boca.

El tiempo pasó y Javier tuvo su chance de debutar en la Primera División del xeneize en un contexto bastante particular. Es que un 8 de julio de 1984, los profesionales de Boca estaban en huelga y por eso jugaron los más chicos.

El club estaba inmerso en una crisis histórica, a tal punto que los chicos que pusieron la cara salieron a jugar con camisetas pintadas con fibrones. “Fue una época complicada y ese partido expuso la situación que se estaba viviendo en el club, después que se fuera Diego Maradona», contó Franco.

8 de Julio de 1984, Franco (tercero de izquierda a derecha) debutó en la Primera de Boca.

«Yo vivía en La Candela -pensión de inferiores y concentración de Primera– y había noches que no teníamos para cenar. Un día se rompió una bomba de agua y nos dijeron que nos teníamos que ir a otro lado porque no tenían plata para arreglarla. Así de mal estaba Boca”, continuó el ex jugador.

Después de quedar libre en Boca, un amigo lo llamó de Mendoza y le dijo que estaban buscando un jugador de sus características. Poco después emprendió su viaje. «Apenas llegué acá, conocí a la que hoy es mi esposa y no me fui más de Mendoza», sintetizó Javier.

«Además de jugar, siempre estudié y trabajé, porque en aquella época no se ganaba el mismo dinero que hoy. Por eso, después de darme el gusto de ascender con Godoy Cruz en 1994, jugué un año más, me retiré con 31 años y me dediqué a mi empresa», señaló.

Del fútbol a la gastronomía

En aquel momento, Javier fundó Todo Rico, una empresa gastronómica que funciona exitosamente en el corazón del departamento de Godoy Cruz.

Aunque disfruta de su presente, el ex jugador añora su paso por el Tomba y recuerda con mucho cariño su carrera en el fútbol.

Contenido provisto por: Rodrigo Olmedo