Las primeras proyecciones indican que el área dedicada al maíz de primera oscilaría entre 415.000 y 435.000 hectáreas, entre un 6 y 10% respecto de lo sembrado en el ciclo anterior.

En ese marco, durante los últimos 15 días las labores de siembra avanzaron un 44% sobre el total, alcanzando ya el 94% de la intención para el actual ciclo agrícola.

Los productores de Entre Ríos reportaron emergencias calificadas como buenas en la mayoría de los lotes, aunque «aún falta un amplio porcentaje» que todavía no ha emergido.

Asimismo, producto de las bajas temperaturas y escasas precipitaciones de septiembre, el proceso de germinación «ha sido un poco lento», e incluso se detectaron daños por heladas, explicó la entidad bursátil.

Dicho panorama provocó un heterogéneo tamaño de plantas, pero los productores auguran que las precipitaciones de la semana pasada permiten uniformar el tamaño.

Respecto del girasol entrerriano, presenta emergencias que «son muy variables» según la zona y fecha siembra, y están calificadas como «buenas».

Aún así, la Bolsa registró algunos sitios del norte provincial donde los montos de lluvias de fines de agosto produjeron planchado del suelo, por lo que se debió resembrar.

Por otra parte, el organismo informó que se sembraron alrededor de 500.000 hectáreas con trigo en la temporada 2022/23, que se mantienen con un estado fenológico entre hoja bandera totalmente desplegada y hasta espigazón.

La condición general del grano se mantiene muy buena en un 17%, buena en un 56%, un 26 por ciento se encuentra regular y el 1% fue calificado como en mal estado, estas últimas dos calificaciones crecieron debido a las escasas precipitaciones.

Fuente: Télam