Con esas palabras, fue que el intendente peronista de Sierra Grande, Renzo Tamburrini, ratificó su precandidatura a renovar la banca en las próximas elecciones. En el mismo contexto, aseguró que la localidad rionegrina “crece” a nivel turístico gracias a atracciones como el balneario Playa Dorada.

El Jefe Municipal dejó en claro que frente a la posible renovación de su banca para este 2023 “estamos convencidos de que podemos ser la mejor opción, vamos a generar una propuesta de amplitud, no solamente vinculado a un sector político local, estamos haciendo convocatorias, porque queremos armar el proyecto político con diferentes fuerzas como los gremios, la participación ciudadana, juntas vecinales, clubes deportivos y otras fuerzas que empiezan a ver en nosotros que podemos seguir haciendo aportes en cuanto al desarrollo y al crecimiento”.

Así, remarcó que “podemos consolidar al turismo como una alternativa. Tenemos el Parque Nacional 40 (Islote Lobos) el segundo en nuestra provincia, está lindero al desarrollo turístico de nuestro balneario, fue creado por ley el año pasado en la sección donde también se consolidaron los parques nacionales en todo el país y estamos muy contentos por esto”.

En el mismo sentido, Tamburrini subrayó la calidad que tiene hoy Playa Dorada. “Tiene una villa balnearia ya consolidada con la gastronomía, entre otras cosas”. “Comienza a tomar importancia”, destacó, aunque reconoció que “todavía no consolida una unidad económica que genere que la gente pueda vivir del turismo”.

Y agregó: “Queremos que el turismo disfrute de esta riqueza protegida y que tenemos para anexarle el corredor serrano de nuestra ciudad. Tenemos un desarrollo vinculado a la sierras como en ningún lugar rionegrino existe. Tenemos preparado todo el paquete turístico para todo el año, estamos en pleno armado del recorrido para salida del invierno”.

¿Qué sucedió cuando no estuvo en la Intendencia?

El Intendente, que estuvo en los períodos 2011-2015 y que regresó en el 2019, lamentó que “fue muy triste encontrarme una realidad con el post macrismo, cuando no había ni un vehículo en el Municipio en marcha para poder afrontar las obligaciones como tal. Tuvimos un comienzo muy duro, asumimos el 10 de diciembre en las puertas del verano, con lo cual el balneario no estaba en condiciones y después empezó la pandemia. El balneario se tornó un lugar que la gente eligió para resguardarse. Fue un año y medio muy complejo”.