Rubio, un perro mestizo que vivía en las cercanías al puerto de la ciudad de Goya, recibía la atención frecuente de una joven que lo alimentaba y llevó a atención médica cada vez que se enfermaba debido a su avanzada edad. Esta situación fue tal hasta que descubrieron que el animal había contraído tumores malignos.

Consecuente a ello, con la atención de profesionales decidieron anestesiarlo y castrarlo para iniciar su tratamiento, y ante lo cual descubrieron otro tumor, esta vez, en los testículos. La conclusión a la que habían llegado entre todos era una sola: no podía seguir habitando la zona del puerto debido a sus complicaciones de salud. El objetivo relazarle estudios e iniciar la búsqueda de un hogar para darle la mejor calidad de vida mientras cursaba el cáncer.

A través de la labor en redes sociales y cadenas de mensajes entre las diferentes personas abocadas a la causa, pusieron en marcha un operativo para lograr ese objetivo. “Necesita una casa, necesita comer livianito, queremos pedir una casa para él, que lo que le quede de vida lo viva bien en un hogar”, decía una de las primeras publicaciones de la cuenta de Facebook Solidaridad por los animales Goya Corrientes.

Primera adopción

Luego de tanto esfuerzo encontraron una familia de adopción, a mediados del mes de mayo, para lo cual pensaban que el objetivo estaba cumplido. Lamentablemente el 18 del mismo mes dieron a conocer de que Rubio no podía permanecer allí, debido a que los demás perros de esa casa no lo aceptaron, y podría llegar a ser peligroso para el recién llegado.

Segunda adopción

Luego de activar la búsqueda de un hogar, finalmente el 26 de mayo dieron a conocer la noticia de que habían contactado nuevamente a una familia que se haría cargo de su adopción responsable. “Alguien fue adoptado, ¡el Rubio! es muy amado, se porta muy bien, salen a pasear todos los días, duerme con su mamá y hermanito, y todos estamos ¡muy muy muy felices! Gracias infinitas a todos, círculo cerrado”, expresó un posteo que reflejaba una gran felicidad, pero la historia de Rubio aún no escribía su última línea.

Luego de unos días, llegaría una nueva frustración en quienes seguían su historia de vida, pues si bien la familia adoptante había cumplido con todo, y le brindaban contención, quien se encontraba como encargado del departamento donde vivía, avisó por primera y última vez que este “viejito” tenía que dejar en el día el lugar, ya que allí no recibían perros grandes, solo de tamaño pequeño. “No queremos que vuelva al puerto, pero los tránsitos no son eternos y hay muchos más que necesitan ser ayudados”, expresaron.

Al fin un hogar

Luego de aquel triste acontecimiento, este 16 de junio trascendió la feliz noticia de que encontró un nuevo hogar y fue adoptado por una familia de la localidad de Esquina, departamento lindante con Goya. Sus responsables esperan ya sea su hogar definitivo. El posteo final de la cuenta Solidaridad por los animales Goya Corrientes, agradecíó especialmente a la familia adoptante y decía lo siguiente acerca de la causa Rubio:

“¿Quién fue adoptado? ¡El Rubio! Esta hermosa familia ya lo quería adoptar la primera vez, pero por cuestiones de distancia, no se pudo concretar. Esta vez teníamos la posibilidad de que el “vieji” pueda viajar hasta Esquina, así que hubo conferencia de la familia con integrantes de solidaridad mediante videollamada, y el Rubio emprendió viaje con una de las chicas. Estamos felices, él está allá ya hace varios días, nos cuenta su mamá que está feliz, sale a pasear y se lleva muy bien con su hermanita.»