Walther Marcolini: «El Intendente debe tener una mirada integral, amplia, y la posibilidad de escuchar a todos»

El jefe comunal de la localidad mendocina de General Alvear no detuvo la obra pública, transita una buena temporada de verano e insiste con el reclamo a La Pampa por el agua.

Radical alfonsinista y «keynesiano» en lo político-económico, el intendente de General Alvear, Walther Marcolini, cumplió el primer año de su segundo mandato en plena pandemia de coronavirus, pero sin detener la gestión y las obras. Magister en Política y Planificación Social, es un obsesivo por la formación de la dirigencia política y ahora transita una exitosa temporada de verano en la localidad mendocina. «Hoy estamos con una ocupación del 90%. Ha sido una buena temporada y hemos empezado a tener turismo interno de Mendoza, hay mucha promoción de parte nuestra», explicó.

El turismo es uno de los emprendimientos que se encuentra en crecimiento y el jefe comunal explicó: «Iniciamos nuestra primera gestión en 2015 y una de las políticas de Estado fue potenciar el turismo rural y gastronómico. Pusimos en valor una reserva natural, tenemos un circuito de museos y un monumento histórico nacional importante, que es la Bodega Faraón». La localidad puede avanzar en este sentido porque los contagios están controlados y tras un pico en septiembre y octubre, hoy se encuentran con «un nivel moderado de casos», según le dijo Marcolini a Noticias d.

Gestión en pandemia

El Intendente impulsa la consigna #LaObraNoPara en sus redes sociales y mantiene activos diversos proyectos, ya en ejecución y otros por venir, a pesar de las dificultades económicas que generó el COVID 19. «El 2020 desde el punto de vista de la política fiscal fue una desgracia por la caída de la coparticipación nacional y de la participación provincial. Municipios como Alvear básicamente vivimos de los que se recibe de coparticipación y las tasas municipales tienen una baja incidencia», informó.

En este sentido, se explayó: «Venimos con una gestión muy ordenada y austera y eso nos permitió no parar la obra pública, solo se ralentizó, y fue una decisión de política-económica de corte keynesiano. El municipio es un gran comprador para las ferreterías locales, los corralones y el comercio local, lo significa que si parábamos la obra pública tenía impacto negativo en los empleos. En el producto bruto nos generó estrecheces y problemas financieros, pero hemos podido salir airosos».

Y agregó: «La obra pública es el principal caballito de batalla de gestión. En cuatro años hemos logrado incrementar un 100% las cloacas y eso tiene que ver con que todas las políticas públicas del municipio las atravesamos con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenibles) de las Naciones Unidas. En cinco años de gobierno tenemos el 70% de cloacas y una obra de hábitat que se está terminando. Después el alcantarillado, la cuneta y el asfalto, todos esos programas se continuaron, y en materia de turismo estamos trabajando en una vieja estación del ferrocarril Sarmiento para la Pulpería Juan Bautista Bairoletto, un atractivo turístico importante».

Uno de los proyectos que enorgullecen al Intendente de General Alvear es el laboratorio de biotecnología de UGACOOP y explicó que «es un proyecto para crear una universidad cooperativa. También estamos generando controladores biológicos para la agroecología, hay un avance de la industria del conocimiento y hay una fuerte apuesta a la investigación y el desarrollo, de hecho en el municipio creamos una Agencia Municipal de Ciencia y Tecnología«. Además, destacó el respaldo del gobernador de Mendoza, Rodolfo Suarez, con quien trabaja en forma permanente en distintas iniciativas para el municipio.

Por otro lado, Marcolini se refirió al conflicto que existe entre General Alvear y la provincia de La Pampa respecto a la crisis hídrica que sufre la región en la cuenca alta del Río Atuel: «Ha tenido una retracción de sus glaciares del 60% desde la década del sesenta hasta la actualidad y han desaparecido los glaciares producto del cambio climático. Nosotros estamos atravesando 11 años de crisis hídrica».

Y agregó: «Nos duele mucho porque hay un destrato de parte de La Pampa. La Comisión Interjurisdiccional del Atuel inferior por parte de la provincia de Mendoza hizo una propuesta de obras que permita llegar a un acuerdo y La Pampa no la aceptó, entonces tiene que definir la Corte Suprema. Ojalá que algún día se pueda resolver, es una situación en la que no hay agua, no se puede repartir lo que no hay».

Ferviente radical y apasionado Intendente

Marcolini suele resaltar lo importante de mantener la Unión Cívica Radical unida en Mendoza, después de algunos desencuentros en los últimos años. Siempre militó en el partido desde sus temprano 13 años, inspirado en la candidatura presidencial de Raúl Alfonsín. Durante el gobierno provincial del ahora senador Julio Cobos ocupó la Dirección de Cooperativas y Mutuales, fue concejal desde el 2010 hasta el 2014, y en el 2015 ganó la Intendencia, luego reelecto en 2019.

Apasionado por su tarea, el jefe comunal también es docente en la Universidad de Cuyo y le dijo a Noticias d: «Creo que la sociedad es muy compleja y para gobernarla hay que tener conocimientos. Sigue siendo el gran desafío de la dirigencia política formar líderes, recursos humanos». Y precisó: «Cuando te toca ser Intendente de una ciudad, de un pueblo que está en el interior del interior, es la caja de resonancia de todos los problemas».

Y para finalizar, reconoció la exigencia del cargo, pero también la satisfacción de llevarlo adelante: «La tarea es muy ardua pero a la vez muy enriquecedora, uno tiene la oportunidad de aprender y de poder realizar. Me gustan los cargos ejecutivos porque es donde uno toma decisiones, se puede equivocar pero toma decisiones haciendo. Creo que el Intendente debe tener una mirada integral, amplia, y la posibilidad de escuchar a todos para que funcione un municipio».