La derrota fue dura. Sin atenuantes, ante el mejor equipo argentino del último tiempo. Colón perdió 4 a 0 ante River en el Trofeo de Campeones de la Superliga y cerró así el año más importante de su historia. El 2021 lo vio campeón por primera vez, pero lo terminó con una caída que lo obliga a replantearse varias cosas pensando en lo que viene.

El partido del sábado se jugó en el Estadio Madre de Ciudades en Santiago del Estero. Hasta allí se movilizaron miles de hinchas Sabaleros -también lo hicieron los de River- con la ilusión de sumar la segunda estrella para el escudo del club de sus amores.

Párrafo aparte lo de la hinchada, ya que adentro del campo de juego hubo prácticamente un solo equipo, y ese fue el Millonario. Desde el primer momento, River mostró su jerarquía, que la logró plasmar en el marcador ante un Colón sin respuestas.

Desde el arranque, el equipo rojiblanco comenzó a inclinar la balanza y recién sobre el final pudo llegar al desnivel en el marcador. Fue Julián Álvarez, la gran figura de River en este año, el que convirtió el primer gol en el minuto 41. Desde allí, el Millonario supo que lo iba a ganar porque Colón no mostró respuestas. El rojinegro sintió el golpe en el final de la primera mitad, y el segundo tiempo no pudo encontrar rápido el empate y su rival lo fue liquidando de a poco.

Nuevamente Álvarez convirtió para River a los 13′ del complemento, aumentó Benjamín Rollheiser a los 39′, y Jorge Carrascal puso el 4 a 0 definitivo para que el equipo dirigido por Marcelo Gallardo levante la Copa.

A priori, Colón sabía que podía perder el partido porque enfrentaba a un rival muy difícil, el mejor de la actualidad hace tiempo. Pero lo que seguramente no esperaba era la superioridad que mostró el conjunto que tuvo enfrente, lo que de otra manera puede verse como lo poco que ofreció el propio equipo Sabalero.

El dolor propio de la derrota se incrementa aún más por tratarse de un final por una nueva estrella. Pero es también un llamado de atención para el equipo de Eduardo Domínguez, que en los últimos dos partidos enfrentó a dos rivales de relevancia (primero Unión en el clásico santafesino y luego River en la final) y sufrió 7 goles en contra y casi no llevó peligro al arco rival.

El 2021 fue el mejor año para el pueblo Sabalero. Inolvidable porque consiguió su primera estrella allá cuando le ganaba la final de la Copa de la Liga a Racing para gritar campeón y ganarse la chance de jugar otra final por el Trofeo de Campeones. Pero lo cierto es que la dura derrota ante River lo obliga a pensar y replantearse muchas cosas de cara al 2022, año en el que tendrá doble competencia porque también jugará la Copa Libertadores. Lo que viene es muy bueno para Colón, pero hay que estar preparado para encararlo.