Un año atrás, tras el recambio de la mitad de las bancas, el cuerpo legislativo de la ciudad de Venado Tuerto acordó la donación del 40% de sus dietas por seis meses para crear un fondo con fines solidarios. Finalizado el plazo, se renovó hasta la fecha con un aporte del 20%.

Los ediles justicialistas Pablo Rada, Emilce Cufre y Patricio Marenghini informaron al cerrar el año que su contribución fue destinada, los primeros meses de la pandemia, a la compra de alimentos y a la lucha contra el frío, con entrega de frazadas, leña y de vales de garrafas a las familias con mayores necesidades.

También entregaron recursos a entidades de bien público como merenderos y comedores infantiles de los barrios, y colaboraron a lo largo del año con el Programa Venado Ayuda, creado por la Municipalidad de Venado Tuerto y la Red de Instituciones para brindar ayuda alimentaria, priorizando a los vecinos que, afectados por la pandemia, no contaban con medios de subsistencia suficientes.

“La iniciativa surgió ya que a los bloques nos iba llegando la demanda alimentaria y de otras necesidades, así fue que vimos que había muchas familias que ya tenían problemas desde antes de la pandemia, por la crisis económica que quedó tras el paso del gobierno de Cambiemos que empobreció aún más a quienes ya sufrían de pobreza. Es por eso que, como servidores públicos que somos, consideramos que teníamos que colaborar en un año que, como vimos, tuvo mucha demanda del Estado y requirió un fuerte compromiso social, mas allá de la labor legislativa”, señalaron.

El proyecto para este año es más ambicioso, dado que los recursos fondeados fueron destinados a la compra de una vivienda industrializada que se sorteará el próximo 6 de enero, con destino a una vivienda única familiar y para la cual se inscribieron unas 1.300 personas en los quince días establecidos como plazo.

Maratón de árboles

Por otra parte, los ediles justicialistas cerraron un año de cercanía con la comunidad de Venado Tuerto con una maratón de arboles, un proyecto nacido en forma conjunta durante el 2020 con vecinos solidarios y presidentes barriales de la ciudad. La actividad se desarrolló la última semana del año y se plantaron 30 ejemplares en espacios públicos de la ciudad, con acompañamiento del municipio.

El proyecto se forjó a partir de la propuesta de la vecina Cintia Martínez, quien creó el grupo “Si por la Vida”, declarado de interés municipal por el Concejo, e impulsa plantar un árbol en memoria de los que ya no están “llevando un mensaje de acompañamiento, de continuidad de la vida, de respeto por nuestros vecinos en esta etapa de dolor, donde debemos aprender juntos a salir adelante, respetándonos y cuidando a nuestros seres más queridos, y prolongando eternamente el recuerdo de quienes fueron víctimas de esta pandemia y/o los diferentes motivos que nuestros vecinos consideren necesario poner en valor dentro de las situaciones que el aislamiento obligatorio generó en nuestra ciudad”, declaró la fundadora. El primer árbol se colocó en una plaza del barrio Rivadavia en memoria de una docente de jardín de infantes que falleció por Covid-19.

Tal como se comprometieron en la oportunidad, Marenghini, Cufre y Rada, con la colaboración de vecinos de distintos barrios y de Martínez, al finalizar el año plantaron arces y crespones en la plazas Ara San Juan y Ramón Carrillo, en las veredas de la Escuela 1364 y del Hogar Pablo VI.

Finalizaron en la noche del miércoles en la plazoleta del barrio Mateo Fernández, formado un paseo donde quedó inaugurado un mural realizado por la artista plástica Alejandra Fama y colaboradores en homenaje al personal de servicio de salud. Momento muy emotivo en el que estuvieron presentes trabajadores de las áreas del Hospital, quienes fueron reconocidos con cálidos aplausos.