La intendenta de Quilino, Mabel Godoy, habla suave y pausado. Se toma su tiempo al contestar para no olvidar detalle. Las palabras llevan el pulso de las sierras y las calles de tierra, pero tienen la profundidad del cielo celeste que la rodea: «La política es una herramienta que si nosotros la sabemos usar en beneficio de todos es la mejor manera de cambiar las cosas. Los luchadores y soñadores, como somos los docentes, les tenemos mostrar a los jóvenes que se puede«.

Para la jefa comunal, su vocación tiene que ver con el legado que le dejó su madre. «Provengo de una familia muy humilde. Me crió mi madre, que trabajaba en casa de familias con todas las limitaciones del caso, pero me mostró que eso no dictamina la vida, y que se puede lograr la libertad a través del estudio, el esfuerzo, la constancia y la honestidad«, recordó en diálogo con Noticias d, a casi dos años de asumir su cargo al mando de la Intendencia de la localidad cordobesa.

• 

• 

Trabajo y desarrollo

Hay lugares del país donde la pandemia no afectó al área económica de manera significativa, sino que más bien posibilitó que el comercio local se vea favorecido. Este es el caso de Quilino y así lo expresó la Intendenta: «Considero que Quilino, durante la pandemia, no se vio tan afectado en materia económica ¿y por qué digo esto? porque la gente dejó de moverse, por ejemplo, a Dean Funes, para comprar y comenzó a comprar en el pueblo».

En este sentido, Godoy sostuvo que «la Municipalidad aportó recursos para los más necesitados. Debimos mantener el asistencialismo pero apuntamos a erradicarlo, asistir preventivamente no como matriz. Mi gestión apunta a generar empleo y posibilidades de desarrollo«. En esa línea se inscriben el incentivo y los programas de emergencia laboral creados para “brindarle al sector privado la posibilidad de ofrecer y generar empleos, para que los más jóvenes puedan aprender un oficio».

Al respecto, la intendenta de la localidad cordobesa sostuvo a Noticias d que «hay algo que es fundamental para desempeñar esta función y es el compromiso con la sociedad, con los vecinos y las vecinas, ser sensible a sus demandas, ayudar y generar las posibilidades para que se desarrollen». Y entre los sectores en los que fomentar el trabajo y el desarrollo, Godoy apunta al turismo y a la economía regional.

En este sentido, precisó: «Nuestro pueblo no tiene industria, aquí la mayoría de la población vive del empleo público (seguridad, salud, docencia) y de las posibilidades que ofrece el turismo, por ejemplo, en la ruta nacional 60 hay un corredor con estaciones de servicio, comedores que funcionan como paradores, comidas, con el valor agregado de nuestro pueblo, que es el cabrito».

Según la jefa comunal, «se trabaja incansablemente para que ese sector crezca, por ejemplo, para financiar la sanidad de los animales, las formas de crianza y mejorar las cadenas de producción». Al respecto, se trabaja en «un proyecto de frigorífico municipal de pequeños animales y en la creación de un ente autárquico donde sector privado y público puedan trabajar de forma conjunta y sostenerse en el tiempo».

Otro de los productos que se destacan en la zona son las mandarinas. Al respecto, Godoy resaltó la importancia del Proyecto Citrus, «basado en un vivero municipal con 14 hectáreas donde la mandarina es la fruta que se destaca por su sabor, y en donde la premisa es sembrar para la venta, generando empleo».

En esa línea, también se ha conformado una red de viveros provinciales con el Ministerio de Agricultura de Córdoba para vender plantas nativas en el marco de la ley forestación «porque en nuestra zona se está dando mucha tala de árboles y hoy la provincia a través de una ley le solicita forestar con especies autóctonas»

.

Obras Públicas y Salud

Consultada sobre las obras públicas llevadas a cabo durante su gestión, Godoy sostuvo: «Lo primero que hicimos en el pueblo fue el cambio de luminarias en la ruta 60, después llevamos a cabo la pavimentación mediante el adoquinado de nueve cuadras que unen el barrio más grande que tenemos con el centro de salud y estamos trabajando en proyectos de obras para que el agua del Tajamar ayude al riego, todo tendiente a la productividad».

En diálogo con Noticias d también se mostró preocupada por la problemática habitacional ya que, calculó: «Me animaría a decir que son unas 100 familias las que necesitan una vivienda». Y al mismo tiempo destacó que «se llegó a dos acuerdos, uno con la Secretaría de Obras Públicas de la Nación y otro con el programa provincial Vivienda Semilla para construir diez casas».

Por último, la Intendenta de Quilino explicó que la pandemia los obligó a realizar obras de infraestructura en el hospital del pueblo: «Así fue que creamos un vacunatorio, consultorios nuevos y, lo que es más importante, mejoramos la aparatología; y si antes había un médico por guardia ahora hay dos».